Es increíble como una sola decisión puede cambiar tantas cosas de tu vida. Una decisión a veces tan pequeña como preguntar algo, o decir "si, voy a postular". Siento que la experiencia de AFS ha sido algo que definitivamente cambió mi vida. No fue algo perfecto ni nada parecido, pero ha sido algo que ha marcado mi forma de ver las cosas y como quiero ser en el futuro.
Y pensar de que todo partió cuando tenía 9 años y le pregunté a mi mamá "mami, ¿me cuentas de como fue cuando viajaste a Estados Unidos?". Ahora que lo pienso, fue una pregunta tan simple e inocente, que me abrió las puertas a un mundo completamente desconocido. Go figure.
Voy a empezar a escribir más seguido, no para que me lean, si no que para tener una válvula de escape para pensamientos que a veces suenan demasiado cuáticos en mi cabeza como para verbalizarlos. Pero es que después de haber estado en un campamento de AFS, esta vez como voluntaria, me hizo pensar en todas aquellas cosas que se vieron afectadas en mi vida por haber pasado aquellos cortos 11 meses de mi vida en Noruega. Lo que es prácticamente todo.
Tengo una visión de la vida totalmente distinta a las personas que no han vivido esta experiencia, gané muchos amigos increíbles que amo con toda mi alma, viajé a lugares hermosos, conocí gente maravillosa, canté, reí, lloré. Obvio, porque no todo lo que pasé en mi año de intercambio (o después de este, aunque esté relacionado) fue bueno, por supuesto que no. Hubieron momentos en los que me lo lloré todo, pero aprendí tanto, que no lo cambiaría por nada.
Es que wn! JEG ELSKER NORGE! pero mejor aún: adoro AFS! <3
